César Jiménez ha salido en hombros de la plaza de toros de Cuenca en el festejo que cerraba la Feria de San Julián. El torero madrileño ha aprovechado las cualidades de su lote, el mejor del festejo, y ha abandonado en volandas el coso conquense después de pasear una oreja de ada uno de sus enemigos.
Con la plaza llena se han jugado astados de Román Sorando, desiguales de comportamiento. Corrida noble en general aunque algunos ejemplares pecaran de falta de transmisión. Enrique Ponce, saludos en su lote; El Cid, ovación en ambos; César Jiménez, oreja y oreja
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