Durante el proceso de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña, que comenzó hace ya casi un año, han sido muchas las ocasiones en las que los ciudadanos han salido a la calle para manifestar su desacuerdo con el texto y su proceso de aprobación.
Esta reforma nunca surgió del deseo de los ciudadanos catalanes, sino del afán independentista de una escasa minoría y del respaldo e impulso del Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero.
A diferencia de todas las anteriores reformas estatutarias de nuestra historia democrática, este proyecto de Estatuto se ha llevado a cabo de forma excluyente y renunciando a cualquier acuerdo entre los dos grandes partidos nacionales, tal y como se acordó en el Pacto del Tinell.
Este Estatuto de Cataluña supone la ruptura de la nación española, del modelo de convivencia y unidad acordado por consenso en 1978, basado en los principios de libertad, igualdad y solidaridad. Un cambio en este modelo nos afecta a todos los españoles: nos divide en ciudadanos ‘de primera y de segunda’ con distintas oportunidades según el lugar de nacimiento o donde vivamos; restringe nuestros derechos y libertades respecto a la Administración, y nos condena a vivir en un país de territorios y no de ciudadanos.
Los jóvenes españoles hemos comprobado como durante estos 28 años de convivencia que hemos progresado en bienestar social, nos hemos desarrollado económicamente y hemos crecido en democracia. Poco a poco, con ilusiones renovadas, sumando esfuerzos y compartiendo este proyecto común, hemos ido construyendo juntos esta casa de todos, que es España.
OPTIMISMO Y ESPEERANZA
Hoy, somos los jóvenes quienes queremos alzar nuestra voz: jóvenes que no pudimos votar la Constitución, pero que sí hemos crecido en esos valores que la impulsaron y los hemos hecho nuestros.
Somos los jóvenes quienes en todas las capitales de provincia de España estamos leyendo estas mismas líneas. Unas palabras cargadas de optimismo y esperanza, que no responden únicamente al discurso del Partido Popular sino al conjunto de todos los españoles, sea cual sea su ideología, porque así lo quisieron en 1978 y lo transmitieron a las generaciones posteriores, nosotros.
Somos los jóvenes de Castilla-La Mancha quienes pedimos coherencia, responsabilidad y respeto a los diputados socialistas de nuestra región. Coherencia con el compromiso que adquirieron una vez elegidos, responsabilidad con la tarea que los ciudadanos le encomendaron, y respeto por el pueblo: por nosotros, por quienes soñaron con el país en el que hoy vivimos y por todos aquellos que han trabajado para lograr que la España unida de la libertad y la solidaridad sea una realidad.
Por todo esto, los jóvenes de Castilla-La Mancha os pedimos a los diputados socialistas de las provincias de nuestra región que mañana en la votación estéis con vuestro pueblo, que no traicionéis: La Constitución sobre la que jurasteis o prometisteis vuestro cargo. A la nación española unida en torno a la igualdad, la solidaridad y la libertad. La defensa de nuestros intereses como castellano-manchegos, y votéis NO a esta propuesta de Estatuto de Autonomía de Cataluña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario